ZOOM
&
FLEXIÓN
( fueron al río )
1997 – 2002
– Remar en ruidos –
En silencio
la sombra resiste en los objetos que palpa
pegada de espaldas
abrazada por la luz.
.
Aquí
árboles cortados por la misma sombra
saludan todo el tiempo a no se quien;
entre ellos,
cientos de hojas rellenas de espacios y luces
forman fila para saltar
a la conciencia
y así, de una vez por todas,
volver a existir.
.
El ruido que cae de las cosas
cubre la habitación hasta formar el mar de siempre;
ya sobre la arena
los caracoles tuercen la mirada solo para marearte
y si los levantas
no se escucha nada
son una zapatilla verde y rota tirada en la habitación,
un papelón a los sentidos.
.
No hay caso,
la tarde dispone del ridículo a su antojo.
.
Algún día saldré a caminar y olvidaré esto
o
podría quedarme aquí,
no necesito avanzar.
– La Tormenta –
Los pequeños rebotes del agua al caer
propagan su locura por toda la casa
salpicando murmullos de llovizna o temporal.
.
Las gotas se lanzan y reflotan abrazadas como amigos en el recreo
saltando estremecidas
el ribete del balcón
buscando en vano el cielo para regresar a la tormenta y jorobar otra vez.
.
Ninguna lo logra..
.
Unas pocas apenas
entretienen al resto reclamando atención en la frente,
miles permanecen alejadas
contemplando a los lados
buscando perseverantes su forma por alguna razon;
sin embargo, atrapadas
descubren estar dispuestas a estallar,
con la humedad exacta
requerida por las fisuras y quiebres de la palma
para inundarse con sus pocos húmedos recuerdos;
.
Es ahora,
desde el mismo rumbo
que rotan y giran al caer
para liberarse de la pegajosa trampa del tiempo
tendida con paciencia sobre la mano;
.
Como era de esperar
unas pocas resisten al comienzo
pero ceden luego su lugar a la brisa
conscientes que es ella la dueña de todo.
.
Es el teléfono el que parece silvar otra vez
pero es mentira
no suena,
solo se confunde con la alarma de los autos.
.
Un vecino que jamás saludé
corre por el suyo,
y luego de 3 o 4 minutos
la alarma se detiene
para dispararse al siguiente chaparrón;
.
Todo los sonidos se ocultan tras el sol.
.
En los broches
quedan rezagados
unos cuantos granos de lluvia
que emprenden a brillar
formando pequeños arco iris que colorean la soga,
pero pronto caen víctimas del esplendor
abrasados a su último destello.
.
Las cosas agradables parecen suceder en momentos intermedios.
.
Ya dentro,
el teléfono calma al silencio
y agota lentamente
la densidad de la espera.
.
Persuadidos,
jalados todos por la misma brisa,
el sol
resulta dorado
– Terminan instantes en cada rato –
Todos los instantes
que he tocado
han terminado
delante mío,
sin esfuerzo alguno,
como si supieran algo.
.
¿haber sido algo
es parecido a no haber sido algo?
.
En la siguiente esquina
2 calles tropiezan
y resulta:
“No soy una persona…soy un momento”
y si eso soy
no tengo cuerpo definido
sino
que mi cuerpo es todo lo que percibo que existe en este instante
La canción que suena en la radio…También
– Tampoco es de día –
La brisa brilla y sostiene desgastada
la expresión opaca de las hojas;
son muchas las que, al agitarse con ella,
animan a gritar.
.
Quizás el roce continuo o lo breve del espacio las detiene de llevar la situación a más.
.
En la plaza,
la marea psíquica arrasa con todo,
el frío contempla manos y pies,
tal vez orejas o el pescuezo mismo.
.
Las palomas caminan o al menos cambian de posición entre uno y otro instante;
saben que su peso caerá a la sombra,
abstraídas por la calma
y es ella la única que puede comprenderlas platicar.
.
Otra vez,
la sinceridad de la espalda lo dice todo,
como si nada
ceden huesos e ilusiones.
.
En la palma yace las raíz del gesto que sostendrá el rostro en la madrugada..
.
Los momentos intermedios invaden reservando espacios al recuerdo
y con la lentitud de siempre
agregan naturalidad a las cosas.
.
Alguien pasa pensando algo que pasa también;
lleva al tiempo de un lado a otro;
le cuesta saber si aún existe.
– Se colgó en la espera –
Enhebradas al pan
en montes y colinas de plátanos,
cientos de felinas finas hebras montadas por jinetes de sal hexagonal,
crestas de troncos afeitados por muelas y molares quebrados como puentes del karma,
en un mar de vidrio cortado por leves rios minerales.
.
La mano
tendida en la mesa,
atrapada por la ciudad
se mueve lentamente
con la torpeza del aburrimiento
derrumbando catedrales de jalea y mermelada
esquirlas de galletas que explotan
en formas espectaculares,
un camino con carteles y todo
negro
azabache
interminable,
se eleva en parte
y resiste
1,
2…
3 cuartos de hora!;
pero luego,
dobla obligado al sur
y golpea la hora para salir.
Mi tiempo se fue con otro y me dejó aquí
esperando.
– Despedida Eléctrica –
Ayer se fue una época
y hoy, repentinamente,
el reflejo en los ojos del último color que descarga la tarde
intenta con esfuerzo retener ese recuerdo.
.
Aquí
la calle rehusa continuar y se inclina ante un cable cortado,
un pasaje abierto que une pasado y futuro,
un terrible diente afilado abrió el portal y la dejó así
silvando con torpeza extraños mensajes eléctricos,
murmullos tartamudos de un mismo recado que sucede en dos tiempos
tratando con disimulo de confundir al sol
quemando juntos la impresión de periferia,
de estar rodeando siempre algo que no se deja tocar o entender
despidiendo un destino certero
que acaba de desaparecer
transmutado en vacío.
.
Enfrente mismo, distraído por el parque
a ocultarse en los árboles corren niños en carrera
atravesando la maleza repleta de momentos verdes y naranjas
mientras sus sombras insensatas abusan leyes gravísimas,
no así la mía
que por horas sorprendida transita borroneada
despojada de un plan, de una luz..
.
Los bordes insignificantes del muro enmohecido
impiden la decisión del cansado brazo por unirse
a la cuenta, al juego y a la pared que me escucha chistar un nombre..
.
Pensaba suspirar pero,
¿cuantos gatos pueden existir a la vez?
y lo más raro
¿porqué están todos acá?
– Respejos –
Los espejos tartamudos no dejan a nadie en paz,
hasta ellos tienen sueños y despiertan alumbrados;
una refleja especulación de forma en contenido desmedido
donde, silenciosamente
descansan en la madriguera
la manada de conciencias ajenas que lograron congregar.
.
Bajo presión, la caja rechina en el alboroto
.
Somos muchos aquí dentro,
todos amontonados y listos,
esperando una señal que nadie tiene que enviar.
– También le pasó a la ventana –
En la distracción del silencio
el grito del cristal
saludó disperso al espacio oscurecido de la habitación
fundidos en un abrazo de trueno blanquecino.
.
Carentes de motivo o sentido de permanencia
cansadas de volar
las astillas de escenario caen sin permiso
aplastando la carne tendida en la cama,
desenmascarando al animal dentro del animal que rebota escandalizado
sobre mi sueño de siempre espuma
clavado con aire a la piel del lecho.
.
Era tarde y temprano pero
Sor-pren-den-te-men-te
todos los ruidos
se detienen avergonzados
y esperan agachados el reto por la travesura
– Garabatos –
Hacia el mar escriben los pájaros
suspendidos por la naturaleza
borroneados al horizonte que los acepta.
.
Arroyos y nubes esparcen sin control sus garabatos.
.
El día se dio.
.
Los ruidos y las personas desayunan
acostumbrados a existir,
vienen y van al silencio
como consecuencias,
garabatos busca formas.
.
Marea tras marea
el mar inevitable
salpica lo que escribe.
.
Los sucesos aceleran todo como cometas desorbitados ,
navegan elípticos la mañana obstruida
disparados por una naturaleza administrativa que a pocos sorprende.
.
Una vez aquí despierto,
no hay como detenerse.
.
Infinitos Garabatos de elaboradas intenciones
– La Jaulita –
la jaula inconsciente
tendida en el camino
descubre sus rejas al ave acelerada
al colibrí desaforado
al arco iris ansioso.
.
Allí
el rompecabezas se cansa de pensarse
y solo otra vez
silba para dentro
fragmentos, esquirlas, escamas y escenas
murmullos diluidos
algo que no es canción siquiera.
.
Una idea que pasa, pasa
una uva que pesa
un racimo de ideas murmuradas
revoloteando dentro de la jaula.
.
No tengo hambre, no tengo pena,
algo pasó, algo atravesé, algo quedó del otro lado,
fue sin querer,
lloré sin tristeza,
al tocarlo imagino,
al abrirse la puerta.
Puedo quedar o irme
o buscar la otra puerta.
– El extraño magnetismo de las cosas –
El largo pie de la copa
desbordado en verde luz elástica
me retuvo
una y otra vez
sin entender yo
porqué
ni que buscar
o pensar…
.
Con esta lupa es que veo pasar al mundo
.
Me molesta tanto el volumen de la radio!!
porqué tan alto?
porque no bajarla?
.
Inquietos los instantes
abren el pequeños paso
a las desorganizadas moscas de la barra
en un rincón de universo
del que sin razón
imaginé ser propietario.
– De un lado a otro –
Sin remedio
un sin sentido
constante
continuo
cava dentro
moviendo algo como arena o materia prima desmedida
esculpiendo cosas en medio del caos
creo que quiere crear una figura
de actitud y forma definida
única.
.
Son estas estatuas las que caen al final
A lo mejor la derrumbo hoy y ahorro tiempo.
– Neblina psi –
Desde la cumbre,
el faro sacude su látigo en la bahía
zac!
parpadea penumbras al azar
a los espacios de escenario
zap!
se incorpora a la respiración de la casualidad,
al murmullo de las circunstancias.
.
Las elecciones espontáneas
agitan la actitud
en la personalidad monigote del muñeco involuntario
que espera turno para existir.
.
Una cosa,
llena de sombra inconclusa
respira delante
y en llamada telepática
desde una de las miles de vidas posibles
me conecta
inyecta montañas en ideas
algo negro e inmenso que perpetuo gira
como un indeciso faro de sombras.
.
¿quien pregunta?
¿que pregunta y porqué?
.
Algo como alguien
riendo al lado
haciendo algo que hiciste
y al otro
haciendo algo que vas a querer hacer.
.
Para el barco…solo una rata más
.
Todos niños
niños envueltos en el mismo jardín
animalitos
animalitos en el jardín de ciegos psi
– Del verde Inestable –
Atrapadas en una personalidad agobiante
Las hojas del árbol sacuden su modorra,
descansan la mirada evadida
del verde al verde amarillo.
.
Algunas tosen
Quizás el polvo de los autos las distrae
O las complica en su simpleza.
.
Acostadas en la bruma
abanican los instantes
para distinguirse de todos,
encima
las calles caminan dentro
y reclaman esquinas al tiempo para doblar.
.
No voy a manejar por un tiempo
veo cosas
encima, ellas no a mi
voy a esperar se calme la marea de los sentidos inestables
me manejaré con taxis
aún así, todos parecen llevarme al mismo lugar.
Las estaciones de radio suenan juntas pero ningún aparato está prendido,
o todos los están.
Como pescado, en silencio, abro la boca y espero
-Es aquí…
-Tengo frío
-Hace calor.., son 53 pesos..
Los Objetos
La disposición de las cosas
las cosas y los colores en ellas,
agolpadas en la habitación
me dejaron pasar
como si jamás me hubiesen visto.
Se muy bien que oyen.
Fusión
En las entrañas de la fruta
que con desgano el certero cuchillo desnudó
descubro el extraño placer
de asimilar otro ser.
.
Se vive relleno por otros
A la Final
Lo escuché a la tarde,
Las cosas al morir
funden a la realidad
impregnando según su personalidad
el azar que te rodea.
Podría levantar ya mismo la mano, yo lo sé!
Todo sucede
para crear algo nuevo…
Fue
El suave adormecer del párpado
acompaña a la noche
en un momento que el destino quiso diferenciar
con sonidos que se enlazan en el devenir de la atención
hasta sugerir a la mente claudicar
sobre el último nudo de recuerdos
“La remera roja en la caja del subte
me reconoció”
..
Zoom y Flexión
( Fueron al río )
Buenos Aires
1997 – 2002
– Re flexiones con Zoom –
Germán Gómez