AVATARS JARS

AVATAR JARs

Contenedores para identidades expandidas

Instalación multimedia
medios mixtos / cine expandido / video arte
video objeto con realidad aumentada y video mapping.

Avatar digital como contenedor de identidades transicionales

Un avatar digital puede ser un espacio para explorar y expresar diferentes identidades, tanto tradicionales como no tradicionales. Un avatar digital puede ser un lugar para experimentar diferentes aspectos de uno mismo, sin tener que comprometerse con ninguna identidad en particular. También puede ser un lugar para conectarse con otros que están explorando sus propias identidades transicionales.

Un avatar digital puede ser una herramienta poderosa para la auto expresión y la exploración de la identidad. Puede ayudarnos a aprender más sobre nosotros mismos y a conectarnos con otros que comparten nuestras experiencias.

ID Entidad

La identidad es un fenómeno inherente al sujeto y a cualquier creación de la naturaleza, artística o industrial, por ende, la formación de identidades es un proceso dado tanto de forma natural como diseñada a priori.

En el sujeto, este proceso comienza desde el nacimiento, como espejado de su entorno familiar inicial para luego expandirse a profesores, amigos, ídolos.. un proceso de apropiación que por distintos motivos, entre ellos la supervivencia en el entorno social, el individuo absorbe voluntaria o involuntariamente y lo incorpora a su ser, en forma de actitudes, pensamientos, valores, gustos , estéticas y demás características, un collage, patchwork que terminan siendo considerado como propio , como unidad, a medida que avanza la individuación. Este caleidoscopio humano cambia según quien lo mira y como lo observa, el «desde donde» cambia el resultado.

Por otro lado, este proceso de apropiación de identidad acompaña a la historia humana en forma reiterada como ritual tribal, donde el Shamán o persona absorbe ciertos poderes o características a través del uso de un elemento de interacción clave, «la máscara» , que actúa como inductor de esa apropiación.

En Africa, son los Sangomas, brujos, curanderos y chamanes quienes se comunican con los espíritus de los animales. Usan las pieles de estos para invocar su poder y curar a los enfermos.

SOCIEDADES DIGITALES

En la cultura digital, al interactuar con medios de comunicación, público o privados (intranets), ya no «ponermos el cuerpo», intercede aquí un «avatar digital» quien pasa a ser nuestro cuerpo intermediario y representativo.

Este avatar, voluntaria o involuntariamente adquiere progresivamente una identidad de múltiples caras, un rostro por cada red , por cada sub canal de comunicación, con fragmentos de información personal, con emisiones que afectan de distinta formas a nuestro ser real. Este avatar trasciende la muerte física, los perfiles permanecen vivos y la gente sigue viendo su reflejo pasar como espectro sintético, como fantasma digital.

Esa sumatoria de flujos de información emitidos voluntaria o involuntariamente, con o sin diseño consciente del operador maestro, del yo físico, estos fluidos funcionan como agujeros o ventanas multimediales a la vida real del sujeto. Un canal de tv temático con una novela única, la vida y aconteceres de «Norberto x68», un truman show individual, una película de infomación, un pack de datos flotando alrededor de cada persona, lo desee o no.

Con miles de seguidores, las generaciones más jovenes lo perciben sin intelectualidad y florecen personajes que transmiten sus sentires y pareceres, los momentos que los atraviesan, imágenes, canciones, sensaciones.

Estas ficciones digitales telenovelizadas, que desesperan a las empresas por entender y replicar sus beneficios, son el centro de ganancias de las grandes redes, donde, el mismo usuario es creador y contenido, proveedor y consumidor, una nueva forma de entrenimiento, la información como película a la que se le presta cada vez más momentos de atención al día, son a la vez, «frascos» con mini universos , con avatares que recortan y hablan desde estos lugares.

Identidad Digital

Por Constanza Giaquinto y G/MZ

A medida que el mundo digital invade progresivamente las actividades humanas, y siendo esas actividades creadas por sujetos físicos en un espacio digital, aparece como consecuencia involuntaria un ente virtual representativo que adquiere distintos nombres y sentidos, un «avatar».

Desde el momento en que el usuario crea un perfil en cualquier sistema, sucede una delegación involuntaria de identidad representativa del sujeto, no necesariamente fidedigna, desde la que comienza a conformarse un discurso mediado por este avatar que distorsiona de distintas forma la comunicación.

En toda comunicación existe un emisor, un medio o canal y un receptor, al tratarse del medio digital, las características propias de éste se impregnan al discurso, “el mensaje es el medio”, es decir, hablar en un medio digital implica un significado extra, se quiera o no. Algunas características de lo digital serían: es clonable , altamente modificable, actualizable, fragmentado, discontinuo, interactivo, multimedial, inmediato.. todas propiedades que quedan ligadas a la comunicación y a la identidad misma del sujeto virtual.

Una vez dentro del espacio digital, acontecen sub espacios o redes que también ceden sus características al discurso; características que previamente fueron diseñadas por los creadores de esas redes que generan aún más distorsiones, estandarizando de distintas formas el mensaje, transformando en entretenimiento el contenido para bien de los dueños de esas redes que tienen millones de personas trabajando gratuitamente para su beneficio. Es aquí donde aparece la figura del usuario transformado en creador de contenidos, en prosumidor, proveedor consumidor de contenidos.

Estas distorsiones y características, traen aparejadas confusiones, desdoblamientos, irrealidades y realidades paralelas, afectando la emotividad de los emisores y receptores dentro de un ecosistema ficcional, que trae tanto placeres como displaceres.